A Bahía Basket le terminó faltando un poco de todo
Perdió frente a Estudiantes (Concordia), por 92 a 72.
La sexta derrota consecutiva acumuló Bahía Basket, cediendo ante Estudiantes (Concordia), por 92 a 72, ante un rival que, contrariamente, sumó seis triunfos en fila.
El desencanto volvió a ganarle a este grupo de pibes que no puede disimular sus limitaciones para sostener el ritmo de juego y tener chances de triunfo a medida que transcurren los minutos.
No todo fue malo. Claro. El local mostró decisión desde el comienzo, ganando en confianza a partir de los puntos con buenos porcentajes, que llegaron en la medida que atacó a esa defensa que le regalaba espacios para que tomara tiros a distancia.
Entonces, en ese recorrido encontraba a contra pierna a su rival o absorbía marcas cuando rompía en el 1×1 y así se generaban espacios para pasarse la pelota en la pintura.
Estaba bien adelante y atrás no lo dañaban, por lo que podía dominar su tablero y correr. Así, con su juego, sacó 10 (19-9), con Tiziano Prome como líder ofensivo.
La visita fue respondiendo con un juego de adentro hacia afuera buscando el tiro a distancia y lo encontró, metiendo un parcial de 11-2 y cerrando el primer cuarto 22-20 arriba Bahía.
El inicio del segundo resultó la continuidad, porque el local fue más permisivo atrás y Estudiantes lo aprovechó, completando un parcial de 17-3 -desde aquel 19-9 a favor de Bahía-, para sacar 4 de luz.
En medio de la necesidad, Paz tomó más decisiones con la pelota en la mano, lo cual generó alivio, y Forestier hizo parte del trabajo sucio. Y, a pesar de que Bahía colectivamente carecía de juego sin pelota, le alcanzó para meter un parcial de 15-4 y escaparse 37 a 30.Recibí los Newsletters de La Nueva sin costo
Aunque, claro, en ese sube y baja de su rendimiento, en los últimos 4m15 del primer tiempo sintió los pobres porcentajes en tiros lejanos (completó 2-16 en triples en el PT) y la visita no perdonó, respondiendo con parcial de 13-4 y terminar arriba 43 a 41.
Al regreso del descanso largo no se sacaron ventajas durante la mitad del cuarto, estuvieron trabados.
Poco a poco, la visita mostró mayores recursos, a partir de una defensa que obligó que la pelota corriera por el perímetro y las ofensivas terminaran en tiros a distancia, donde Bahía tenía una noche negra, sin poder sobrecargar en la pintura.
Y enfrente, Mas Delfino siguió lastimando (26 puntos en tres cuartos), los entrerrianos tuvieron fluidez y entraron al último período 7 arriba: 65-58.
Esa diferencia Estudiantes supo administrarla y, de a poco, aumentarla. Fue consistente y aplicado defensivamente -ayudado por la falta de gol perimetral de Bahía, que terminó con 6-32 en triples-, se pasó la pelota, jugó con muchísima confianza y cada uno encontró su mejor versión.
Esto se tradujo en recuperos frente a un rival que se enredó y comenzó a frustrarse, por los errores propios y las virtudes del rival.
Y Estudiantes le sumó, como para empezar a festejar por anticipado, tres triples consecutivos (Chervo, Gauna y Britos), para estampar un parcial de 16-4 y distanciarse 81-62 a falta de 5m20.
Todo lo que siguió fue un poco más de lo mismo que viene mostrando Bahía en los minutos finales de los partidos, falta de respuestas anímicas y de juego.
Fuente: La Nueva