Gerhardt: “Hay que entender que se puede jugar y estudiar a la vez”
El bahiense será abanderado argentino en los Juegos Universitarios Panamericanos en San Pablo.
Rodrigo escucha y responde las preguntas como lo hace en cada examen. Se lo nota tranquilo, como casi siempre, a pesar de que lo espera otro desafío: “En 45 minutos rindo”
—Uuuy… ¿Qué rendís?
—Contabilidad.
Gerhardt cursó sus estudios en la escuela Pompeya, etapa en la que ser abanderado o escolta era algo frecuente.
Ahora lo espera nuevamente la celeste y blanca, en otro contexto, claro, después de ser elegido abanderado de la delegación argentina que participará -con 195 atletas- de los FISU América Games, que comenzarán el jueves en San Pablo, Brasil.
El jueves viajará por la mañana, dos días después de cumplir 22 años.
—¡Qué regalito!
—Pufff… Tremendo. De lo mejor, lejos.
Actualmente Rodrigo juega en Bahía Basket y, paralelamente estudia Licenciatura en Comercialización en la Universidad Siglo 21.
Esa combinación tuvo como resultado esta posibilidad inolvidable.
“Hay que entender -tira a modo de mensaje- que se puede jugar y estudiar a la vez”.
—¿Es difícil no tentarse con priorizar el deporte sobre el estudio?
—Hay varios factores que influyen a evitarlo. Tengo amigos que estudian, otros que juegan y muy poquitos que hacen las dos cosas. Pero hay que entender que el deporte tiene una vida corta y, más allá de lo que puedas hacer después, inclusive cuando tenés posibilidades de “salvarte”, lo importante es el desarrollo que te da estudiar y seguir una carrera…
—Es decir, los beneficios del estudio considerás que van más allá del éxito deportivo.
—Ni hablar. Va más por el tema de completarse como persona.
—¿Sos de hablar, aconsejar y hasta guiar a tus compañeros?
—No me considero ejemplo de nada ni mucho menos, pero siempre trato de mostrar que se pueden hacer las dos cosas. Yo soy un chico promedio para el básquet y, también, para el estudio, pero, a raíz de esa combinación, el año pasado fui a Taipei (a los Juegos Universitarios), ahora a San Pablo y soy abanderado. Hay que desterrar el mito de que sólo se puede hacer una sola actividad. Por ahí, en nuestro ámbito no está desarrollado. Y más para jóvenes de nuestra edad, en la cual tenés que tomar las decisiones de tu vida, cuando, justamente, te invaden todas las dudas.
—¿Qué sacrificios hacés para poder desarrollar las dos actividades?
—Hay que cambiar el pensamiento, porque no es un sacrificio. Estoy jugando al básquet y estudiando, dos cosas que me gustan. Y a quien no le guste estudiar, debe tomarlo como un beneficio. A veces salgo de entrenar y digo: “Estoy muerto y tengo que ir a estudiar”. Pero, ojalá todos pudiera jugar o estudiar. A la vez, tengo contacto con otra gente que labura, tiene tres hijos y, encima, estudia. Entonces, para mí es todo un desafío.
—Durante la temporada pasás muchas horas en la ruta o en un hotel, pudiendo aprovechar el tiempo. ¿Lo hacés?
—¡Sí! Y ahora también se pasa mucho tiempo con las redes sociales. Lo digo, pero no lo dejo de hacer.
—Sí, debés aprender a repartir el tiempo.
—Sí, creo que esto es lo que más me enseña.
—¿En qué favorece estudiar para el juego específicamente?
—Me parece importante para el entendimiento y apertura de cabeza. Siempre escucho que dicen que viajar te abre la cabeza, pero también lo genera el estudio.
—¿En algún momento dudaste de seguir estudiando cuando te fuiste metiendo más en el mundo del deporte profesional?
—En principio quería ir a estudiar a Estados Unidos. Cuando terminé de definir que no, tenía que hacer algo. Primero, surgió el problema para jugar en Bahía. Después, cuando arranqué, entendí que no tenía 10 horas ocupadas. Ahora sé que a la mañana no puedo hacer nada, pero la tarde puedo aprovecharla. Hay que saber en qué ocupar ese tiempo, porque después no se recupera.
—En tu entorno, más allá de lo deportivo, en lo familiar está Pepe (su tío). ¿Qué importancia tuvieron sus consejos?
—Si bien el tema del estudio, el trabajo y el esfuerzo viene de mi familia más directa, cuando volví de jugar el 3×3 en los Juegos Olímpicos de las Juventud, tenía la idea de irme a jugar a Europa, no importaba en qué Liga. Pretendía aprender idiomas y culturas. Pepe me sugirió que probara con la Universidad, para poder desarrollarme como estudiante y atleta. Ahí comenzó el proceso. Y cuando se frustró la posibilidad de ir para Estados Unidos, yo ya estaba en ese camino. Sabía que quería estudiar y jugar. Fue muy importante para decirme “podés hacerlo”.
Después de contar su experiencia, Rodrigo se fue a rendir. Y, al día siguiente, tuvo el resultado: “¿Cómo me fue?. Promocioné”, contó.
La bandera, definitivamente, está en buenas manos…
“La Selección es una gran motivación”
—¿Qué sabés del torneo?
—Nos estamos armando mediante las redes sociales, consiguiendo información, más que por entrenamiento.
—Se encuentran allá, entrenan y juegan.
—Sí.
—Más allá de que no es lo ideal, ¿es un poco ese el espíritu?
—Sí. En FeDUA siempre destacan la solidaridad de todos para llegar a los objetivos. Nosotros tenemos un grupo de WhatsApp y se nota. Cada uno, desde donde puede, trata de aportar.
—Entrenamiento no te falta.
—Nooo… Llevamos seis semanas entrenando y si bien nos falta jugar, estoy en actividad.
—También esta oportunidad debe ser una motivación extra para lo que se viene con Bahía Basket.
—Sí, pensando en septiembre u octubre, poder tener un objetivo más corto. Y la Selección Argentina es una gran motivación.
Arens y Quiroga, los otros 2 locales
Facundo Arens (Universidad de Kutztown, en EE.UU.) y Santiago Quiroga (Estrella), también formarán parte del plantel argentino.
Votación. Más de 10 mil personas votaron en las redes sociales para elegir el abanderado.
La terna. Junto con Gerhardt, postularon a Joaquín Gómez, atleta y estudiante de Kinesiología en la UNAJ. También a Giselle Piamonte, jugadora de futsal, quien estudia Licenciatura de Actividad Física en la UNDAV.
Fuente: La Nueva