Silvio Santander dialogó con los entrenadores y explicó su idea de cambio de edades en inferiores
En charla con la Asociación Rosarina en redes sociales, analizó los beneficios de jugar categorías U14, U16, U18 y U21, al tiempo que propuso generar un código de ética para los entrenadores. Para debatir.-
El entrenador Silvio Santander realizó un vivo de Instagram con la Asociación Rosarina auspiciado por la empresa de pelotas deportivas Euro París y dejó frases muy importantes sobre su deseo para las categorías formativas de todo el país. La opinión del entrenador de los seleccionados nacionales y generador del Método CABB es en base a un estudio pormenorizado del básquet de inferiores, aunque aclara que todas estas ideas son propuestas, que lejos está de querer imponer una verdad. Algunos de sus argumentos a continuación que salieron de la charla con los entrenadores y que fue moderada por Ricardo Amormino y Ricardo Bottura.
“Realizamos un estudio que nos mostró un grado de deserción muy alto en dos edades críticas. Una es en U19 porque los jóvenes dejan de jugar o se van a las grandes ciudades, mientras que la otra es la U13 en la que también afrontan ese paso de primaria a secundaria y también todo lo que significa el cambio de reglas del minibásquet a la Sub 13”.
“La propuesta que tenemos es pasar a un formato de categorías en formativas que sea U14, U16, U18 y U21, que mantenga las cuatro divisiones pero que permita generar una especie de continuidad académica de básquet de los más chicos y también nutrir a todas las categorías de más jugadores. Con la U14 se daría la chance de seguir desarrollando a los jugadores, porque en nuestro análisis la U13 no funcionó como lo pensamos y con la U21 se amplia la edad y se equipara la merma por los jugadores que se van a estudiar a otros lugares”.
“El cambio de edades no afecta a la competencia Fiba y no daríamos ventaja”.
“El principal motivo de la deserción en U13 es que nos chicos no participan y eso generó toda una reflexión. El motivo es porque no juegan, no es por el resultado, ya que los chicos prefieren el escenario de tener participación aunque pierdan. En el afán de competir desmedidamente no se piensa en eso. Son los padres padres, somos los entrenadores, es el sistema que hace pensar sólo en el resultado y nos hace dejar chicos fuera de la rueda”.
“Tiene que ser un reglamento similar en todo el país. Lejos estamos de querer dar la verdad, pero para que funcione lo mejor que puede pasar es que haya un reglamento único. Quizás aprovechar este momento que nos está tocando vivir para consensuar y aprobar, sé que se está hablando entre los dirigentes de la Confederación”.
“La idea es extender el tiempo de desarrollo. Hoy se extendió la longevidad de los jugadores, que se retiran a los 38 o 39 años y por eso la juventud también se extiende. Ya no necesitan madurar tan rápido y hay jugadores que dan el salto de calidad a los 23 años”.
“El deseo es que se masifique y que cada división tenga a su grupo de jugadores, que ningún chico juegue en más de dos categorías. Es algo que tiene Francia y que yo creo que hay que abordar aquí, porque los clubes se hicieron para recibir a la gente, no para seleccionar quién juega o quién no en edades tempranas y si un chico juega desde U15 a primera le está sacando el lugar a otro. Está claro que hablo de un ideal y entiendo que a veces algunos lugares tienen sus necesidades y sus problemáticas. Otra cosa que no puedo entender es cómo en algún lugar que no tiene básquet para mujeres las chicas no pueden jugar con los varones”.
“Hay que liberar la semana para entrenar. No está mal competir, pero hay que dejar libres los días de semana para practicar y estudiar, además de también darle lugar al básquet femenino. La existencia de la categoría U21 que puede entrenar con primera también permite descomprimir un poco la grilla de cancha”.
“El nivel de entrenadores de formación es tan alto que la quieren transferir sus conocimientos a los equipos y usar esos saberes para ganar, pero se puede competir y también favorecer el desarrollo. Tenemos que tener claro que hay que apuntar a la masificación y al desarrollo”.
“Los entrenadores argentinos son de los mejores del mundo. Invertí en aprender y estuve en 28 países y ví que nadie puede discutir su compromiso y capacidad. Pero hoy todo ese acceso a información hay que transferirlo según a categoría. En la etapa de formación la técnica y la táctica individual debe estar por encima de todo, porque los chicos tienen un nivel, una capacidad de absorción y un contexto. Es probable que tengan DT con un nivel por encima de su categoría. Pero el error es tratar de copiar en chicos jóvenes lo que se hace en profesionales. Y atención que hablo desde el error, me pasó. Pasé por todas las etapas de básquet. Para llegar a dirigir TNA dirigí 1000 partidos de todas las categorías y por ejemplo me di cuenta que en un partido de cadetes me dediqué a dar sólo indicaciones tácticas”.
“Con respecto a las reglas de U13 a U14 no habría que cambiar demasiado, porque con no poder doblar y no usar zona buscamos el desarrollo individual. Pero quizás el error fue no comunicarlo bien y trasladarle también un problema extra a los árbitros. En muchos casos funcionó, pero otros buscaron una forma resultadista de la regla y permitieron que un jugador tire 40 lanzamientos por juego y otros no tiren nada. Tenemos que ver qué camino vamos a utilizar para formar y ganar, pero no hay que hacer daño en ese trayecto. También es vital el apoyo de los dirigentes y padres. Los entrenares no pueden manejar esa ansiedad y hay que trasladar bien el mensaje”.
“Ojalá no se tuviera que armar reglamentos especiales para estas categorías, pero como hay tanta especulación táctica nos vemos obligados. Teníamos pensando en el congreso internacional de minibásquet generar un código de ética para los entrenadores de formación”.
Fuente: elciudadanoweb