Villa Mitre canto victoria ante Racing Ch.
El tricolor perdía por 15 a falta de 9m11 y metió un parcial de 27-8, para sacarse de encima a Racing (Chivilcoy), por 81 a 77.
Seguramente se trató de uno de los peores partidos que jugó en la temporada, extrañó a José Gutiérrez, perdía por 15 restando 9m11 y en ese tiempo metió un parcial de 27 a 8, así lo ganó Villa Mitre.
En una remontada con muchísimo más corazón que juego, el tricolor se impuso a Racing (Chivilcoy), por 81 a 77, en el segundo partido de los cinco que tendrá como local, aunque los próximos tres serán en Monte Hermoso.
El tricolor entró derecho y aprovechando los tiros sin demasiada oposición, escapó 10-2 en 3 minutos.
Harina se hizo una fiesta con Morera, lo enloqueció jugando con o sin pelota para generarse sus propios tiros.
La visita, con su tiro de media distancia, le sacaba ventaja a la defensa hundida y cuando la metió de tres (4 conversiones), se tornó un verdadero problema, pasando a ganar 22-19, con parcial de 17-6.
Por eso, los 13 puntos de Harina terminaron sin lucir, ante un rival que se llevó el primer cuarto 24 a 23.
Ya en el segundo, Racing empezó a romper más y descargar. Así se lo permitía la Villa. Y cuando los grandes en los cambios defensivos quedaban a medio camino, lo castigaba a distancia, con De Pietro o Maretto: 36-27 arriba la visita.
El tricolor no la metió (2-14 en triples), los grandes no lograban prevalecer y colectivamente confundió velocidad con apresuramiento.
En ese juego de ida y vuelta Racing fue más efectivo recuperando y, básicamente, con De Pietro castigando de contra.
Así la visita sacó 10, con 2m15 por jugar del primer tiempo, la máxima hasta ahí, para cerrar la primera mitad 44 a 38.
Con mayor claridad, dividiendo la defensa y buscando la ventaja, Racing mostró solidez y sacó 11 en dos oportunidades del tercer cuarto.
La Villa había perdido la línea, en realidad, no la tuvo en casi todo el juego.
Se metió en zona (con el riesgo que ese generaba) y, adelante, una alternativa era forzar el uno contra uno, con los grandes como primera opción.
Le resultó para salir del paso, sin ser eso lo que a la larga lo haría ganar: 52-58.
Poco le duró ese veranito. Racing definitivamente jugaba mejor, de adentro hacia afuera, muy bien con y sin pelota, cortando al cesto, apelando al 1×1 cuando tenía ventaja y cargando al rebote, todo eso quedó plasmado al término del tercer cuarto: 54-66.
El 69-54 en el amanecer del último cuarto significó otro golpe para el tricolor. Parecía el final. Aunque, en realidad, se trató del inicio.
Villa Mitre salió del pozo con dos triples consecutivos (Amigo y Pallotti) que ilusionaron: 64-71. Restaban 6m15. Necesitaba crecer en su juego.
Compartiendo cancha Jano Martínez-Pallotti y estirando la defensa a todo el campo, el tricolor ensució el traslado visitante, estuvo más agresivo en el 5×5, le impidió tomar tiros limpios, dominó en su tablero y se la dio a Heinrich, plasmando un parcial de 21 a 2, que lo coronó con un triple de Levy: 75-71.
El público empujó y Racing se desdibujó, entrando en un ritmo que no le convenía.
Otro fue el partido. Restaban 2m10. Y Villa Mitre a esta altura ya tenía la manija del partido, con Jano corriendo y sacando faltas, Levy mutiplicándose abajo, Heinrich siendo “la” opción, y Amigo-Pallotti complementando. Entre todos, más el ingreso de Harina para cerrar, se pusieron la capa de héroes para sacar un partido que parecía imposible de ganar poco antes del final.